¿Ganar dinero o seguir un sueño? (con Gildedguy) / Parte 1
El dinero es un pilar de nuestra sociedad. Vivir y crecer sin él es terriblemente difícil. Pero, ¿renunciarías a un buen salario para perseguir un sueño?
Hoy les traigo una historia que me llegó al corazón, una que estoy viviendo ahora mismo, y que conectará con muchas personas allá afuera. Se trata de una animación de 10min llamada “Gildedguy Gets Up”, una pieza corta con mucho significado detrás.
Esta pieza se apega a un principio de “lenguaje universal”; así que no hay diálogos, solo música, imágenes y movimiento. En mi opinión, eso es genial 🙂 Este estilo no tiene barreras, puede conectar con personas de todo el mundo, y permite que todos interpretemos el mensaje que necesitamos escuchar 😊
Sin embargo, eso también sube la dificultad para interpretarla 😅 Hay miles de personas allá afuera que no van a entender lo que ven, personas que necesitarán un poco más de guía… Y el artículo de hoy le habla especialmente a ellos 😁
El día de hoy, voy a presentarte mi propia interpretación de la obra. Una historia corta, con diálogos y pensamientos que te ayudarán a entender lo que pasa en la animación 😃 Luego, te mostraré las lecciones que pude extraer de esa pieza 😊
Esa es toda la introducción por ahora 🙂 Démosle un repaso rápido al autor de la pieza animada, y entremos en materia 😉
Presentando a Gildedguy
Hace un par de semanas hablamos del creador de “Gildedguy Gets Up”. Te dejaré un pequeño resumen antes de comenzar, para ponerte al día. Y siéntete libre de visitar el artículo completo cuando quieras 😁
¿Quién es “Gildedguy”?
Michael Moy, mejor conocido como “Gildedguy”, es un animador independiente de Virginia del norte (US) que se dedica a animar videos musicales con figuras de palitos (”Stickmen” en inglés).
Estudió ciencias de la computación en la universidad, y tenía un trabajo estable como desarrollador de software en una empresa bajo contrato con el gobierno. Sin embargo, decidió abandonar ese puesto para perseguir proyectos que le hicieran sentir más satisfecho con su trabajo.
Empezó a experimentar con Adobe Flash Player en el 2006, creando pequeñas animaciones con figuras de palitos. También tomó algunos trabajos freelance que le permitieran algo de ingresos y flexibilidad, a la vez que practicaba su arte.
Con los años, eventualmente construyó la propiedad intelectual de Slush Invaders en 2011, que dio origen a la imagen y habilidades del personaje Gildedguy, a su primer videojuego, y a la animación que serviría de base para su estilo actual.
Esto lo llevaría a crear más proyectos animados de mayor calidad, eventualmente abriendo una cuenta de Patreon para financiar sus animaciones, y pasando a crear varios de los proyectos animados más impresionantes de Youtube.
¿De qué tratan sus obras?
Michael, al igual que muchos otros animadores, comenzó animando combates entre stickmen. La mayoría de sus proyectos, en especial los primeros, giran alrededor de este tópico.
Sin embargo, a partir del 2015, sus proyectos empezaron a tomar una dirección más artística, empleando música y movimiento para comunicar un mensaje más profundo, sin necesidad de emplear diálogos, descripciones o narración.
Entre sus temas están lidiar con el síndrome del impostor, superar heridas del pasado, la relación con el dinero y la fama, perseguir metas, aprender a pedir y aceptar ayuda, la autocompasión, entre otros.
Interpretando “Gildedguy Gets Up”
Todos somos artistas con diferentes talentos. El mío está en la escritura, y da la casualidad que las obras en texto te ayudan a entrar en la cabeza de los personajes 😁 Por eso, en lugar de explicarte la historia, esta vez decidí recrear la animación con una pieza de texto 😉
Así que, busca una bebida caliente, ponte cómodo, y disfruta la lectura 😊
Acto I: Elección de carrera
—Sube el telón—
En una habitación oscura, un adolescente observa un mapa enorme sobre la pared. Un mapa con un marco elegante, lleno de diagramas y flechas que explican cómo funciona la empresa de su padre. Pero, al fondo, lo que atrae su vista es una larga fila de sombreros, cada uno representando un rol diferente dentro del proceso.
Michael bajó su mirada hacia los dibujos que sostenía en sus manos, luego la regresó a los sombreros. Con los segundos, empezó a sentir un nudo incómodo en el pecho hasta que, con un suspiro, se rindió y dejó caer su frente sobre el mapa.
Permaneció allí algunos segundos, respirando, hasta que sintió algo de frío. Un vistazo reveló que la chimenea se estaba apagando, así que se acercó a encenderla de nuevo. Cualquier cosa era mejor que lidiar con lo que estaba sintiendo.
“¡Oh…!”
Mezcló la leña con una vara de hierro, intentando reavivar el fuego. Pero, cuando la sacó, la barra conservó una pizca de fuego en su punta por un par de segundos. Michael la vio con curiosidad, entonces tuvo una idea para su próximo dibujo.
¡Un caballero con una espada envuelta en llamas!
Su imaginación empezó a bailar con la idea, imaginando grandes escenarios y batallas increíbles. Michael se emocionó tanto que él mismo empezó a actuar las batallas usando la barra de hierro como espada.
Pronto empezó a sonreír de nuevo. Su preocupación se había ido, y en su lugar ahora estaba el retoño de una épica historia. Pero, su emoción se cortó de golpe cuando escuchó la puerta abrirse.
“¿Michael? Ya es hora de irnos, hijo.” Dijo su padre, Dominic, mostrándole la hora en su costoso reloj de pulsera. Su casco dorado pronto lo devolvió a la realidad.
“… ¿Me das unos minutos? Ya casi estoy listo.” Respondió para ganar algo de tiempo.
“Vale, pero no tardes mucho.” Dijo él antes de salir.
No puedo huir más. Es hora de elegir…
Michael volteó una vez más hacia los dibujos que tenía en su mano. Ya no podía retrasar más su decisión. Así que respiró profundo, y dejó caer sus dibujos sobre las llamas de la chimenea.
Regresó a la fila de sombreros. Su elección se redujo solo a dos: un casco blanco similar al de su padre, o la máscara del trabajo que más se acercaba a lo que él disfrutaba.
—Dos minutos más tarde—
La puerta de la habitación se abre. Dominic voltea a ver a su hijo, quien ahora viste la máscara de los pintores de la fábrica. Su rostro pasó de una sonrisa alegre a sorpresa, luego un suspiro, y culminó en otra sonrisa menos animada, pero honesta.
“¿Listo para trabajar, campeón?” Preguntó. Michael asintió. “Excelente, vamos entonces. Es momento de que conozcas a tu nuevo equipo.”
Ambos partieron hacia la fábrica. Las emociones de ambos estaban algo fuera de lugar, pero lo peor ya había pasado. Solo quedaba seguir avanzando. Pero, Dominic aún tenía dudas.
Supongo que esto será suficiente, por ahora…
Acto II: Dinero sin satisfacción
—3 años más tarde—
Otro día, otro letrero…
Hoy era un día similar a los demás. La fábrica producía vallas, letreros, y otras piezas enormes de madera. Luego, los pintores les damos color usando brochas y pinceles. Siempre los mismos colores, siempre los mismos letreros, siempre los mismos trazos.
No me malinterpreten, soy bueno en lo que hago, pero me siento como un zombie. Cada día aburrido y monótono, sin una pizca de satisfacción por un trabajo bien hecho…
¿Por qué rayos hago esto todos los días?
Entonces sonó la sirena que daba fin a la jornada, y papá llegó con un saco lleno de monedas para nosotros. Claro, por eso…
Todos hicimos una fila, con enormes sonrisas en sus rostros, mientras él hacía flotar las monedas desde su saco hacia los nuestros. Un poder del oficio, supongo. Papá dice que aprendió a hacerlo cuando descubrió su vocación.
Y, por supuesto, ahí mismo empezamos a gastarlo. Mis compañeros y yo salimos a comer dulces, ver películas, entre otras cosas. No nos faltaba nada, pero esos placeres eran efímeros. Un corto estallido de emoción, antes de volver a mi aburrida realidad.
Al final, acabe por retomar mis dibujos. Regresaba a la fábrica por las noches a pintar en la madera, Pero no hablo de esos aburridos letreros, sino de pinturas más elaboradas. Pintaba historias de caballeros y magia, las mismas que solía dibujar cuando niño; aunque siempre las borraba al terminar. No podía quitarle madera a la fábrica, así que usaba un diluyente para dejarla como estaba, y poder pintarle algo aburrido el día siguiente.
Sé que esos dibujos no me llevarán a nada. Pero, por increíble que parezca, esos dibujos eran mi momento favorito del día. Era lo que disfrutaba hacer en realidad. Aunque, luego recordaba que pintaría más carteles el día siguiente, y se apagaba mi sonrisa.
Sin embargo, esta noche volví a pintar. Pinté a un caballero de armadura dorada rescatando una princesa, solo por diversión. Luego, le eché diluyente a la madera, y dejé que la pintura se escurriera hacia un balde.
Entonces pasó algo fuera de lo común. No sé si fue un reflejo de la luz que entraba por las ventanas, pero el balde donde recogí la pintura tomó un color que nunca había visto. Me acerqué a verlo, y mi reflejo me saludó con un tono de verde que parecía mágico. Aquel color capturó por completo mi atención, y rápido pensé en un montón de formas para usarlo.
Ideas y escenarios dieron vueltas en mi mente. Sin darme cuenta, yo mismo empecé a actuar las escenas, tal y como hacía cuando niño. Entonces, se me ocurrió un modo de usar la madera que no me parecía aburrido.
Mm… Seguro que papá me perdona, solo esta vez.
—Al día siguiente—
“¡Wow…! ¿Quién hizo estos carteles?”
“Creo que fue Michael… Aunque, ¡están hermosos!”
Dominic los escuchó mientras se acercaba a hablar con su hijo, quien dormía sobre su escritorio. Al parecer, pasó la noche en la fábrica y creó carteles personalizados para cada uno de sus compañeros, carteles que ahora adornaban sus puestos de trabajo.
Los carteles eran hermosos, cada uno con colores y tipografías ajustados a la personalidad de quien los recibió. Sin embargo, a ojos de Dominic…
¿Dormir en el trabajo y usar materia prima para hacer regalos? Tendré que hablar con Michael más tarde…
Continuará…
Nos vemos en la parte 2 😉
Atte.